Desde el comienzo de la crisis de los opioides en los EE. UU., los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) emiten periódicamente pautas para la prescripción y el uso de medicamentos opioides. Estas pautas se actualizaron por última vez en 2016, en un momento en que las muertes por sobredosis estaban aumentando y justo antes de que se declarara una emergencia de salud pública. En respuesta a la crisis, la Junta de Compensación para Trabajadores (WCB, por sus siglas en inglés) del estado de Nueva York publicó Pautas para el dolor no agudo, que básicamente crearon una fórmula que los médicos deben seguir al recetar medicamentos opioides y permite que las compañías de seguros y los jueces tomen decisiones importantes sobre el control del dolor de un paciente .
Recientemente, los CDC actualizaron sus pautas con 12 recomendaciones. El objetivo de estas nuevas pautas es proporcionar a los pacientes un tratamiento del dolor "compasivo, seguro y eficaz". Las pautas de los CDC abogan por la atención individualizada y centrada en el paciente y se enfocan en que los prescriptores usen su experiencia y juicio profesional. El CDC ha declarado que el control del dolor no debe ser un plan de tratamiento inflexible y único para todos. Destaca que acciones como las disminuciones rápidas, la interrupción abrupta de la medicación sin la colaboración de los pacientes, la aplicación rígida de los umbrales de dosis de opioides, los límites de duración impuestos por las aseguradoras y las farmacias y el despido y abandono de los pacientes han contribuido al daño de los pacientes. Estos daños incluyen dolor no tratado o tratado insuficientemente, síntomas graves de abstinencia, empeoramiento de los resultados del dolor, angustia psicológica, sobredosis e ideación y comportamiento suicida.
Las Pautas actuales para el dolor no agudo de la WCB representan exactamente la “talla única” contra la que abogan los CDC. Desafortunadamente, estas pautas actualizadas son voluntarias y no es probable que afecten las pautas actuales de WCB. Sin embargo, la colaboración con su proveedor de tratamiento del dolor puede dar como resultado una interpretación más flexible de las pautas actuales de la WCB y un programa de tratamiento más individualizado.